La resiliencia, esa capacidad que te ayuda a superar los obstáculos y salir empoderad@ y enriquecid@ por los aprendizajes que obtuviste con la difícil situación. Esta, como todas las capacidades se puede desarrollar. Se desarrolla a partir de las pequeñas o no tan pequeñas frustraciones que se van atravesando en la vida. Ser resiliente te permite mantenerte emocionalmente estable a pesar de los acontecimientos que nos rodeen.
No es nada fácil para los padres ver que l@s niñ@s atraviesan dificultades en situaciones que salen de lo ordinario, pero debemos recordar que la única forma de aprender a gestionar una emoción es sintiéndola y a partir de esta sensación, aprender a lidiar con ella.
Estar en aislamiento, para los pequeños de la primera infancia, genera disconfort porque corta sus rutinas, sus costumbres, pero estando contigo, nada le falta. Acompañarlo es tu tarea, pero no siempre debe ser un acompañamiento activo, proporciona situaciones que le ayuden a llenar su tiempo, solo obsérval@ por momentos (para entender sus intereses), permítele que juegue libremente, ayúdale a ser creativo y a desarrollar la fantasía.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones para ayudar a desarrollar la resiliencia en tu bebé, aprovechando este tiempo juntos:
- Habla de las situaciones que acontecen, si es necesario, pero procura no responsabilizar a los otros de lo que nos pasa (recuerda tampoco hacerlo cuando hables con otros en su presencia). El mensaje debe ser: “Hay algo que sucede y para estar bien y contentos, debemos estar juntos en casa”. Esto ayuda a desarrollar la responsabilidad y a tomar decisiones correctas.
- Procura no alterar las normas y los límites que tengan en casa, mantener la dirección le ayuda a sentirse a salvo.
- Permítele que te ayude a resolver situaciones problemas, plantéale algo como: “Podrías ayudar a papi con estos zapatos, por favor”. Debes promover el pensamiento de que es capaz de superar situaciones que son difíciles.
- Reconócel@, sin exagerar, cuando haya tenido un logro importante. Es mejor no alabar cada conducta de nuestros niños (aunque nos gane el deseo), esto podría generar que espere la aprobación permanente de los demás.
- Como padres o cuidadores debemos recuperar el control y dejar sentada la confianza para que cada integrante de la familia pueda expresar con tranquilidad cómo se siente, además de ser capaz de pedir ayuda, esto aporta a la gestión de las emociones.
- Si es posible anticipar las pataletas o el descontrol emocional de tu bebé, hazlo, pero si ya está pasando por un mal momento, ayúdalo, cambiando su punto de atención a actividades que generen curiosidad o buen humor.
- Seamos buenos compañeros en las buenas y en las malas, nunca caer en la tentación de abandonar emocionalmente, como cuando no se le habla al bebé porque tuvo una conducta inadecuada. El mensaje debe ser “Estoy contigo”
- Se el adulto pilar, la base afectiva que es incondicional.
- Lo más importante confía en su fuerza, ten altas expectativas (aquí está el secreto). Este será el punto de partida para que desarrolle la confianza en sí mism@, se sienta poderos@ y supere los obstáculos que se le presenten.
“¿Hay mejor regalo para tus hijos y los hijos de tus hijos que la posibilidad de crecer para ser adultos felices, seguros y resilientes?” (Iben Disssing Sandahl).
Comments