Desde que nacen, nuestros pequeños tienen la necesidad de hacer conexión con su entorno y es a partir de que los padres o cuidadores se relacionan de manera positiva con los pequeños y desde ese sentimiento de seguridad y de contención, que se crean las bases para un desarrollo emocional saludable. El desarrollo emocional está íntimamente ligado a la interacción social porque a partir de la relación que ellos tengan con nosotros es que iniciarán la conciencia del otro y la de ellos mismos (autoconocimiento), muy importante para el logro de la gestión saludable de sus emociones. Tener salud emocional implica que somos capaces de reconocer y entender: nuestros sentimientos, las emociones y los sentimientos de los demás y él como la expresión de mis emociones afectan a los otros y a nosotros mismos. Otra capacidad que los cuidadores responsables debemos procurar desarrollar en los niños es la autorregulación, qué se caracteriza por la expresión de los sentimientos, emociones y de nuestros pensamientos de una forma apropiada; implica también la capacidad que nos permite calmarnos a nosotros mismos cuando nos molestamos o nos emocionamos intensamente para poder seguir realizando otras actividades. Es decir, que nuestra expresión de emociones no interfiera, en el desarrollo de nuestra vida.
Padres y cuidadores debemos entender que el desarrollo de la regulación emocional tiene un proceso lento, pues está determinado grandemente por funciones que son direccionadas por la zona frontal de nuestro cerebro, que termina de desarrollarse incluso hasta los 24 años de edad. Sin embargo, el modelo de la adecuada gestión de emociones de los adultos que rodean al bebé y las interacciones sociales de calidad de los otros, pueden ser determinantes para un desarrollo emocional temprano y poderoso, con el que los niños puedan rendir socialmente de forma exitosa. Es importante saber que como en todos los demás aspectos, cada niño se desarrolla a su a su propio ritmo y que las necesidades de uno, no son las de todos. Las formas de reaccionar (responder a los estímulos del entorno) de nuestros bebés dependerán del modelo, del desarrollo de su pensamiento y también estará influenciado por el temperamento, que son los rasgos característicos de modos de expresión, con el que nace cada ser y tiene base biológica, por lo que no se puede cambiar, solo se puede entrenar y regular.
Aquí algunos consejos que puedes utilizar para fomentar el desarrollo emocional saludable de tu bebé:
- Háblale de las emociones y ayúdale a reconocerlas, diciendo, por ejemplo: “Parece que te has molestado, quizá pueda hacer algo para ayudarte a que estés mejor”. Hágalo cuando se molestó porque tuvo que quitarle un juguete en el momento del cambio u otro parecido.
- Reconoce la emoción y ayúdale a resolver el problema que le genera malestar. Sin embargo, no te apures, los niveles de estrés deben ser gestionados (no hablamos de stress tóxico, sino situaciones sencillas, como tener que dejar por un momento el juego, para poder cambiar su pañal), más no eliminados. Una pequeña carga de estrés, es inevitable, estás situaciones ayudan a nuestros bebés a superar el displacer y encaminarse a la autorregulación. La ausencia de sensación de displacer, genera que nuestros niños no estén preparados a enfrentarse a este tipo de realidad en situaciones cotidianas de sus interacciones sociales.
- Anima a tu bebé a expresar sus sentimientos, procura no pedirle que regule sus estados emocionales, como el grito festivo o el llanto intenso. Está demostrado que los niños a los que no les permiten expresar sus sentimientos o emociones, no aprenden a regularlas, por lo que es importante respetar el valor de las emociones y acompañarlos sugiriéndoles constantemente como podrían obrar de otra manera. Por ejemplo, decir: “Sé que estás muy molesto, pero quizá no debamos gritar tan fuerte, podrías hacerte daño, ya verás que estarás mejor en un momento”.
- Cuando tu bebé está descontrolado emocionalmente, espera a que baje la intensidad para que puedas conversarle. Tu forma de hablar debe ser calmada, con respiración constante, que no demuestre que algo te preocupa, ponte en estado de calma, habla lentamente y si lo estás cargando, balancéate suavemente al hablar, al ritmo de tus palabras. Puedes intentar conectarlo con otra actividad o entretenerlo, sin embargo, este estímulo nuevo, no debe ser un estímulo intenso o muy efusivo de tu parte. Cálmate y cálmalo, que aprenda a superar el momento de displacer con calma y con tranquilidad; esta será una herramienta que le servirá a lo largo de toda su vida. Cuando un bebé llora porque algo le molesta y es entretenido con efusividad con muchos elementos distractores, de formas, colores o sonidos intensos; pasan de haber estado llorando a un estado de estimulación intensa, sin embargo, no atraviesan el proceso que les ayudará más adelante a gestionar la emoción de modo adecuado.
- Aprender a interpretar los estados emocionales en nuestros bebés es muy importante y para ello, la observación es crucial. Observa su comportamiento y ayúdale a resolver situaciones que le generen incomodidad.
- Habla con tu bebé cuando haya logrado calmarse: felicítale y abrázale genera contacto piel a piel y dile: “Está bien, creo que te molestaste bastante ¡Eh! Pero ahora estás mejor, me gusta mucho cuando puedes mejorar tu estado de ánimo y estar calmado”.
- Identifica cuando tu bebé quiere comunicarse contigo, fíjate bien cuando te está observando. Después de los 3 meses ya puedes ver cuando empieza a sonreírte de manera intencionada para entablar una relación contigo. Hay experimentos que demuestran que cuando el bebé quiere conectarse con sus cuidadores y ellos les son indiferentes, se genera stress tóxico y poca confianza en su entorno.
- Las rutinas son muy importantes, como lo hemos dicho en otros posts, ayudan a los bebés a sentirse seguros. La anticipación de lo que va a suceder es muy importante para los bebés. Ayúdale creando un horario de la hora de dormir, alimentarse, bañarse, jugar; esto lo hará sentirse seguro de ti y le ayudará a sentirse seguro de sí mismo.
- Dale tiempo a tu bebé, jueguen juntos, acurrúcalo, reconfórtalo cuando sea necesario. Aprovecha los momentos de cuidado para tener contactos afectuosos y conversar mucho, como la hora del baño, del cambio, antes de dormir o de la alimentación. Los momentos de juego, más bien, necesitan de comunicación más a nivel de construcción de pensamiento, cómo cuando le dices: Me gusta cómo tomas con fuerza el juguete. - Ahora ¿Qué harás con él? Cuando juega, tu niño/a está pasando por un momento creativo, de descubrimiento en el que necesita relacionarse contigo, ¡Sí! pero también debe relacionarse con el objeto que está manipulando. Sin embargo, en los momentos de cuidado, la comunicación es más afectuosa y esta será la base para su desarrollo emocional.
- Las canciones y la lectura de cuentos serán de gran estímulo para la comunicación. La comunicación que si bien tiene un trasfondo de desarrollo cognitivo es la que permite la interacción socioemocional, por lo que los cantos, el hablar y el leerles, no sólo permitirá el desarrollo del lenguaje y la comunicación, sino también un adecuado desarrollo emocional. SI encuentras evidencia de estados emocionales en los libros que lees con tu bebé, ayúdalo describiendo como se sienten los personajes del cuento, para que pueda asociarlo a sus propias emociones. Puedes decir: “Parece que el oso está triste ¿Habrá perdido su pelota y no la encuentra?
- Aprovecha mientras conversan para utilizar lenguaje que describa diversos estados emocionales. Como al decir: “Me voy al trabajo, te echaré de menos pero pronto volveré. Cuando venga estaré feliz de verte”. Conforme tu bebé vaya construyendo el lenguaje irá entendiendo mejor lo que tratas de decirle. Al inicio sólo incorporará esta información en su mente, pero cuando tenga la capacidad de razonar, lo comprenderá y tendremos un/a niño/a que además de tener vocabulario a nivel de conceptos cognitivos, también podrá expresar y comprender conceptos emocionales; que como hemos dicho, tiene su propio proceso y que de haber sido bien desarrollados le proveerán de herramientas para que sus interacciones con el mismo y con los demás sean saludables y felices.
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