La mayoría de padres preguntan por qué no es buena idea que los niños estén frente a las pantallas durante mucho tiempo cuando se los aconsejamos y la respuesta sencilla es: “Porque los niños aprenden mejor en actividades que requieran interacción, que requieran el uso de las manos y que los provean de experiencias con otras personas, sobre todo con aquellas que les brindan cuidado y atención”.
Desde el año 2015, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de la primera infancia no deben tener relación con pantallas. Esto quiere decir ni con juegos de video, películas animadas o programas de televisión; sobre todo porque son muy pocos los programas de televisión que realmente pueden servir como guía para la formación de nuestros bebés cuando ya están cerca a los 3 años y no antes.
Si bien es cierto los niños pueden aprender de estos programas educacionales algunos conceptos, lo que ellos/as necesitan para ser competentes es que aprendan de experiencias y no meros conceptos. Necesitamos que aprendan tocando, sintiendo, por medio del movimiento, que aprendan a resolver problemas y a pensar de manera flexible; y todo esto en interacción con objetos y personas concretas.
Algunos padres, por las diversas ocupaciones que tienen, utilizan la televisión como una asistente cuidadora de sus niños/as y esto es muy nocivo, debido a que los programas de televisión no hablan directamente con los pequeños/as y son muy pocos los que les permiten interactuar, por lo que la mayoría de veces simplemente ven pasar una historia que no aportará en el desarrollo saludable de su cerebro, ni tendrá un impacto positivo en su formación.
Nuestros bebés necesitan “hacer” y cuando están viendo la televisión dejan de hacer, con lo cual detienen su desarrollo y sólo se limitan a ver.
Muchos padres y madres manifiestan que sus bebes “lo disfrutan mucho”. La razón de esto es que a los bebés les fascina ver las pantallas porque tienen colores brillantes y mucho, mucho movimiento; pero no es hasta el año y medio que los niños identifican las imágenes de manera concreta y definida por lo que antes de esta edad, más bien, podría considerarse una actividad que confunda o genere estrés.
Información brindada por la Academia Americana de Pediatría indica que ver televisión antes de los 18 meses puede tener efectos negativos en el desarrollo del lenguaje de tu bebé, incluso si la televisión está encendida y no la está viendo. Normalmente un cuidador o padre de un bebé habla alrededor de 940 palabras por hora, mientras que un programa de la televisión sólo alcanza las 770 palabras por hora, lo cual, hace objetiva la disminución del aprendizaje en este aspecto del desarrollo. Este impacto negativo también se presenta en la lectura y la memoria a corto plazo, qué es muy importante para seguir instrucciones. Pero además generaría problemas de sueño, de la atención y la concentración de los niños que ven, sistemáticamente más de dos horas diarias, algún producto audiovisual.
Para desarrollar la autonomía, los niños necesitan estar ocupados en actividades diversas, por lo que debes proveerle de oportunidades y espacios sanos, donde el riesgo este controlado y la compañía asegurada; para no tener que colocarlo frente una pantalla que en efecto lo conectará con ella, pero lo desconectara del entorno que es el que le permite realmente desarrollar capacidades para la vida. Es importante subrayar que acompañar a tu niño en el desarrollo, no significa hacer las cosas por él/ella, sino ir permitiéndole hacer lo que sea capaz y apoyarlo en lo que aún tiene que aprender.
Los niños deben estar en espacios donde puedan jugar con elementos que le permitan crear, que sean educativos y que les permitan resolver dificultades que puedan presentarse en su desarrollo.
Los padres muchas veces sienten temor de permitir que sus niños jueguen de manera algo más independiente, cuando ya pueden hacerlo, debido a que creen que algo les puede suceder. Sin embargo, cuando el padre o cuidador provee un espacio seguro y elementos adecuados para su desarrollo, puede estar atento a su bebé sin necesidad de estar junto a él/ella permanentemente.
Aquí algunos tips:
· Jugar con tu bebé todo el día puede ser agotador, por lo que puedes combinar momentos en que juegue contigo y otros en que juegue él/ella mismo/a en interacción con los objetos.
· Estos tiempos de aprendizaje también deben estar llenos de abrazos, caricias, narración de cuentos y cantos.
· Permítele que pase el tiempo jugando en el suelo.
· Respeta lo que prefiriere o desea hacer, aunque no entiendas bien por qué.
· Permite que juegue sin darle dirección, ni instrucciones.
· Observa a tu bebé para que entiendas en qué nivel de desarrollo se encuentra y para que comprendas qué es lo que necesita, qué le molesta o si está frustrado por algo para que puedas darle una mano.
· Mantente disponible para cuando te necesite, pero dale espacio. Un niño que confía en que vendrán a ayudarlo cuando lo necesite, es un niño que llama a su cuidador cuando requiere apoyo.
· Confía en tu potencial como formador de tu bebé y confía en él/ella. En qué su cerebro va a instruirle de manera natural acerca de lo que necesita trabajar para desarrollarse adecuadamente.
Si después de los dos años tu pequeño gusta de ver televisión es importante que puedas seguir estás indicaciones:
· Antes de presentarle un programa a tu niño/a, míralo con mucha atención y observa qué es lo que le puede ofrecer a tu bebé.
· El contenido del programa es muy importante, sólo permite que vea programas que generen interacción con tu bebé. Aquellos en los que el personaje cuestione a los niños, personajes que “vean” a los niños mientras el programa se esté desarrollando.
· Limita el tiempo de la televisión: el tiempo ideal es de una hora, con un máximo de 2 horas al día. Estas dos horas no deben ser continuas y estarán considerados todos los programas que pueda ver en una televisión, en un Smartphone o en una computadora.
· Cuando notes que hay un programa que le gusta especialmente a tu niño/a habla acerca de este programa, pregúntale por qué le gusta mucho.
· Aprovecha el final de un programa, para que apagues el aparato, diciendo ¡Y… se acabó! Puedes empezar a contar una historia, hacer un juego con respecto a lo que vieron para que continúe la diversión sin que tenga que seguir conectado a la pantalla.
· Si el programa tiene una canción o alguna melodía, aprovéchala para realizar movimiento, baile o alguna coreografía imitando lo que ocurre en la pantalla para que sea lo más interactivo posible.
· Durante el tiempo en que vean el programa, háblale del contenido, sorpréndete, cuestiona y nombra todos los elementos que vean.
· Lo más importante es que tu bebé nunca deberá ver televisión sin la presencia de un adulto. De ninguna manera los niños deben ver la televisión solos y mucho menos verla para adormecerse y dormir. Los niños necesitan cuidado, amor, seguridad y en especial una rutina para dormir o tomar la siesta.
Recuerda que el manejo de los programas y del tiempo que tu bebé se mantiene frente a una pantalla es tu decisión y tu responsabilidad. ¡Organízate para favorecer su óptimo desarrollo!
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