El gateo es una forma particular de movimiento de los bebés que aparece aproximadamente a los 9 meses.
Hay algunos casos en los que los niños no gatean y esto causa preocupación en los padres ya que, si bien es cierto no impacta directamente en el desarrollo cognitivo del niño/a, lo consideramos muy importante, porque le muestra diversos panoramas (o formas de ver las cosas) además de ayudar a desarrollar el equilibrio postural.
Los niños/as atraviesan varias fases antes de llegar al gateo:
1. Posición fetal
2. Etapa de estiramiento y de movimiento de la cabeza
3. Rodamiento sobre su propio cuerpo
4. Apoyo sobre los codos
5. Reptación, aquí ya se presenta el desplazamiento
6. Posición de cuatro patas o posición clásica de gateo. Paralela a ella, habitualmente, aparece la posición de cuclillas y el intento de ponerse en posición vertical
Después de todos estos movimientos (antecedentes), regularmente se presenta el gateo. El gateo es una actividad complicada que requiere de coordinación, fuerza muscular y atención sostenida; razón por la cual, algunos bebés no pasan por esta etapa o lo hacen con modos alternativos y se desplazan como réptil para, posteriormente, ponerse de pie y practicar la caminata. Sin embargo, los beneficios que esta actividad proporciona, nos hacen concluir que su importancia es fundamental en el desarrollo de los bebés. Así, creemos que en situaciones regulares y en condiciones adecuadas todos los niños deberían poder gatear.
Beneficios del gateo:
- Favorece el patrón cruzado, que se refiere a llevar coordinadamente el movimiento de una mano con el pie contrario y hacerlo sucesivamente, lo que favorece la marcha, el correr adecuadamente y sin tropezarse, la coordinación para bailar, coordinación para nadar, para jugar, para poder realizar los diversos deportes; lo cual es muy favorable.
- Fortalece los músculos de la espalda y del abdomen, lo que permite al bebé tener una posición adecuada cuando se ponga de pie, mantener el equilibrio y mantener tensos los músculos abdominales, ayudándole a mantener el tono. No quiere decir que los niños que no pasan por el gateo no van a lograr coordinación, sino que es posible que les cueste un poco más de tiempo y un poco más de esfuerzo.
- Al realizar el patrón cruzado, se hacen trabajar los dos hemisferios cerebrales paralelamente, de manera coordinada y secuencial; lo que permite, además de todas las actividades motoras anteriormente mencionadas, muchas destrezas adicionales en el aspecto creativo, literario y de resolución de problemas.
- Favorece el desarrollo visual porque le permite percibir el espacio en tres dimensiones, ayuda a enfocar sus ojos al visualizar los diversos elementos del espacio, a manejar las distancias y la coordinación ojos-manos, que luego le servirá para trabajar el dibujo, la pintura y sobre todo la escritura.
- Otro detalle importante es que los niños que gatean queman muchas calorías haciéndolos mantenerse en un peso adecuado.
- Cuando los niños gatean colocan las manos sobre todas las superficies que recorren, lo que le permite captar información del medio ambiente, al mismo tiempo que se desplaza, lo que la convierte en una actividad doblemente importante.
- Y, sobre todo, al desplazarse sin depender de alguien más, desarrolla definitivamente, la autonomía.
Por ello, para que tu bebé pueda gatear, observa si hay algún riesgo alrededor (gradas que pueda subir sin supervisión, elementos peligrosos en el piso o tomacorrientes sin cubrir). Resuelve todos los peligros y adelante con su desarrollo.
Aquí tienes algunos tips para favorecer el gateo:
1. Lo primero y más importante: evita el uso del andador o cintas que lo pongan en la posición de pie (forzada). No lo hagas, aunque ya haya logrado gatear por sí solo/a. Estos dos aparatos son de gran interferencia para el desarrollo de la postura natural del niño/a. Si por algún motivo tu bebé debe permanecer en un balancín o columpio, debe ser la menor parte del tiempo, pues le estarías limitando la posibilidad de desplazamiento. Lo mismo sucede con el uso de “Corrales”, porque al tener muy próximas las paredes, les provoca colocarse de pie.
2. Evita que se desplace en superficies que sean blandas, porque les da una idea sensorial errónea y no natural, que perjudica la estabilidad y el desarrollo de la postura equilibrada en cuadrupedia para la posición del gateo y vertical para la marcha.
3. El balanceo sobre una pelota de gimnasia favorecerá el desarrollo muscular, el estiramiento y el equilibrio por lo que podría resultar importante colocarlos/as sobre ella y hacerles movimiento de ida-vuelta y hacia los lados sobre la pelota.
4. Se recomienda el uso de los túneles o de caminos con espacios reducidos para que la posición de gateo o de desplazamiento reptando, sea favorecida. Se puede colocar en el interior un carrito o una pelota rodando para que el bebé tenga la provocación de perseguirla.
5. Puedes poner obstáculos de diferentes densidades, dando preferencia a la densidad dura, como: almohadones, algunas cajas de madera, rodillos de espuma, para que, al tratar de evitarlos o treparlos fortalezca los músculos que le permitan más adelante desplazarse de forma cuadrúpeda.
6. Cuando juegues con tu bebé procura gatear para que le muestres, sin presionar, el patrón. Si te mira constantemente, intentará imitarte
No olvides que cada niño es un universo diferente. El gateo también depende de la madurez neurológica, llegará en el momento adecuado. Si bien hay un período aproximado de presencia; no todos gatean al mismo tiempo.
Otro dato importante es que el gateo se presenta con variantes, siendo la más favorable la de movimiento coordinado en 4 puntos o cuadrupedia. También puede presentarse el desplazamiento de un solo lado o de costado y el desplazamiento tipo reptil, que también favorece la coordinación motriz de patrón cruzado, aunque no de igual manera el desarrollo muscular de la espalda y del abdomen
Siempre debes poner atención al desarrollo de tu bebé. Lo más importante es observar las fases de desarrollo anteriores. Observa si cambia de posición, de echado/a a boca arriba o boca abajo, mira si procura sentarse o se impulsa para generar movimiento. Si tú bebé no pasa por estas etapas y sientes que la fuerza de sus músculos es muy débil te recomendamos consultar con un especialista para que te ayude a saber si el desarrollo se encuentra dentro de lo regular o si necesita atención especializada.
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