Últimamente oímos mucho sobre las inteligencias múltiples en los Centros para la Primera Infancia, sin embargo, podemos notar que la mayor parte del sistema sigue poniendo énfasis a la educación que instruye en matemáticas o comunicación, sin considerar a todos aquellos niños y niñas que destacan en otras áreas de desarrollo, lo cual no es para nada equitativo.
La teoría de las inteligencias múltiples pensada por Howard Gardner, consiste en una mirada diferente con respecto al proceso de enseñar y de aprender, pensando en la inteligencia no sólo como conocimiento, sino también como la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica, es decir, ser competente.
Gardner se planteó una nueva manera de entender el desarrollo de la inteligencia. Según su teoría ya no sólo corresponde a un número de coeficiente intelectual, sino que tiene que ver más con la capacidad para resolver problemas y crear productos que sean valorados por la cultura. No se cree, según ella, en una inteligencia única y general, sino en una inteligencia múltiple que abarca hasta 12 dimensiones, nosotros tomaremos 9 porque reúnen a las demás, estas son: la lingüística, la lógico-matemática, la visual-espacial, la creativa, la corporal, la musical, la naturalista, intrapersonal e interpersonal.
Estas dimensiones se pueden estimular desde muy pequeños, aquí algunas formas en que se realiza el trabajo con los pequeños de la primera infancia en los Centros de Desarrollo Infantil:
La inteligencia lingüística se estimula desde el nacimiento, posee un proceso de desarrollo bastante natural. En los más pequeños supone la capacidad para manejar el lenguaje, hablar, “leer”, escribir, contar historias y jugar a juegos de palabras y rimas.
La inteligencia lógico-matemática se provoca jugando con cantidades, experimentando, así como explorando y manipulando objetos y materiales, lo que les permite, categorizarlos, ordenarlos, etc.
La inteligencia visual-espacial se refiere a la capacidad para percibir todo lo que nos rodea y para orientarse. Se propician actividades con imágenes, dibujos, laberintos, rompecabezas, juegos de imaginación, etc.
La inteligencia creativa, consiste en innovar y crear cosas nuevas, estimulándose con todas las actividades de arte, cómo las gráficas o plásticas.
Para el desarrollo de la inteligencia corporal se estimula tanto la motricidad gruesa (coordinación global), como de la motricidad fina (precisión con pequeños segmentos del cuerpo). Se crean actividades para que los niños disfruten corriendo, trepando, saltando, dramatizando, gesticulando, construyendo, ensartando, etc.
La inteligencia musical en los primeros años supone la capacidad para apreciar pautas musicales. Se estimula cantando, silbando, tocando instrumentos musicales tarareando o llevando el ritmo con el cuerpo.
Los niños que destacan en la inteligencia naturalista aprenden desde muy pequeños observando y descubren las relaciones causales de su entorno, además muestran un gran interés por el mundo y por los fenómenos naturales, por lo que es de gran necesidad trabajar con elementos naturales que provoquen curiosidad y agudeza en sus observaciones.
La inteligencia interpersonal se refiere a la capacidad para entender las motivaciones y las intenciones de los demás, para relacionarse y trabajar de manera eficaz con otras personas. Este aspecto se empieza a estimular desde las primeras interacciones con sus padres, cuidadores y otros niños, como ella/él, pero se logra alrededor de los 4 años.
La inteligencia intrapersonal se refiere a la capacidad de comprenderse uno mismo, para acceder a los sentimientos propios. Los niños que destacan en esta inteligencia tienden a fijarse metas, planificar y son bastante independientes desde muy pequeños. Es muy importante trabajar este aspecto de su desarrollo, ayudándolos a darle nombre a sus emociones y permitiéndoles expresarse en libertad.
Todos los seres humanos poseen todas las inteligencias, pero difieren en el grado en el que las manifiestan. La mayoría de los niños puede desarrollar cada inteligencia hasta un nivel adecuado de competencia, siempre que se reciba la estimulación apropiada, sobre todo en los 2 primeros años de vida, etapa en la que la influencia del entorno puede ser determinante.
La inteligencia nunca se da de manera aislada, sino que cualquier tarea exige una combinación de habilidades, aunque una o más destaquen. La esencia es respetar las diferencias que existen entre los individuos y las variaciones de las maneras como aparecen; Por lo que promueve actividades multimodales, que requieran varios tipos de inteligencia para su ejecución y que los niños no aprendan de una misma manera cada día, que no lo hagan solamente a través de las palabras, sino también a través de sus experiencias y según sus preferencias.
“La teoría de las inteligencias múltiples puede describirse de la manera más exacta como una filosofía de la educación o una actitud hacia el aprendizaje”. (Armstrong, 2006) Actitud que nos impulsa a provocar actividades de aprendizaje estimulantes para todos y para todas, considerando, todos estos aspectos de un mismo desarrollo y poniendo énfasis en las cualidades personales de cada uno de los pequeños.
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